Seguimiento odontológico
La evaluación y el seguimiento odontológico son desuma importancia a lo largo de nuestra vida. Alrededor de los 6 meses aparece el primer diente (sibien hay un intervalo amplio considerado «normal» yaque un niño puede venir con alguno de ellos desde lapanza de su mamá, mientras que en otros ésto puededemorarse hasta el año)Cuando el primer diente se prepara para salir esmomento de empezar a limpiar la encía con una gasaembebida en agua tibia inmediatamente después dealimentar al pequeño. De esta forma estimulamos ladentición. Con la erupción de las piezas dentales sesigue este procedimiento o puede utilizarse un dedalpara tal fin. Cuando aparecen los premolares es momento decomenzar a usar un cepillo pequeño de cerdas suaves.Sólo con agua es suficiente, pero si se usa una pastadental debe ser en mínima cantidad y adecuada paraniños.Llegamos al año de vida y aquí debe hacer su primeraintervención el odontopediatra. Con la incorporación de alimentos semisólidos hayque reforzar el correcto cepillado. Permitir que losniños «imiten» a sus papás y hermanos mayores,ayuda en el marco de un «juego» a incorporar estehábito. En cuanto a la alimentación es preciso noabusar de alimentos y bebidas azucaradas ya queesto es el medio ideal para el desarrollo de caries.
Un problema muy frecuente de ver son las llamadas»caries por biberón». Las mismas se producen porcontacto prolongado de líquidos azucarados con elesmalte dental, favoreciendo el sobrecrecimiento demicroorganismos que las generan.
Cuando esto ocurre, el cerebro empieza a ignorar o suprimir las imágenes procedentes de un ojo, el cual se debilita y pierde agudeza visual.
La causa más frecuente de ambliopía es el estrabismo (desviación de uno o ambos ojos), otras son: cataratas, ptosis palpebral (párpado caído) y alteraciones en la refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo).
Es más frecuente en prematuros y niños con retraso en el desarrollo.
También el factor genético es importante.
Esto no significa que un niño que por diferentes circunstancias notoma pecho materno no puede usar mamadera. Perodebe hacerlo sólo en los momentos específicos de sualimentación y no estar todo el día «prendido a ella».Varias son las posturas pediátricas en cuanto al usodel chupete y la succión del dedo pulgar. Pero en cual‐quier caso estos hábitos deben desaparecer pasado elaño y medio de vida. Promotores de la alteración en laforma del paladar no sólo conllevarán a un problema»estético» sino que podrán ser punto de partida dealteraciones en la deglución, respiración y el habla.Posterior a la primera visita al año de vida conel odontopediatra, el especialista determinará lafrecuencia de los sucesivos controles (en general cada6 meses o una vez por año) Este trabajo en conjunto es de suma importancia yaque mientras los pediatras vamos controlando la bocade nuestros pacientes y dando pautas vinculadascon la higiene y la alimentación, es el odontopediatraquien va a evaluar más allá de la presencia de caries,alteraciones en el esmalte dental, tipo de mordida, pa‐ladar, ubicación de las piezas dentales, etc. Y efectuartratamientos en forma precoz (como lo es un baño defluor) o diferidos (como ocurre con la ortodoncia)Un aspecto no menos importante es el marco en el que se da esta relación del niño con suodontopediatra. Con lo cual no hay que transferir losmiedos propios de los adultos a los más pequeños.
Los diferentes tratamientos: anteojos, parches, gotas oculares, cirugía, tienen como objetivoforzar el cerebro a prestar atención a las imágenes procedentes del ojo ambliope.
Los resultados dependerán de la precocidad en el diagnóstico. Con lo cual los controles oftalmológicos antes de los 6 años de edad son decisivos.