Vivir intereses colectivos y motivacionales, propician la interacción social.
Lejos de considerar estímulos tóxicos o irrelevantes a la vida de los adultos, se brinda un proyecto motivacional autónomo en el despliegue del potencial cognitivo, estando atravesados por aspectos emocionales, el aprendizaje y la interacción con el afuera, se ensambla para dar y devolver vida.
Se ofrece un espacio generado a partir de intereses y necesidades personales de los participantes, respetando características propias de los mismos.
Combinando la actividad de las funciones congitivas superiores y la actividad de la atención plena que aquieta estados mentales, el taller invita a protagonizar una elección personal como medio de prevención, desde la autodisciplina, la consciencia social y la conciencia del sí mismo.
Los ejercicios que trabajan afianzando: atención, memoria, percepción, razonamiento, imaginación y orientación espacial se ensamblan desde la demanda y la particularidad de cada participante.